Argentina se destaca en el panorama global como un país con una abundante presencia de mujeres emprendedoras, lo que constituye un fenómeno notable en su contexto socioeconómico. Esta tendencia emergente refleja una transformación significativa en la dinámica laboral y empresarial del país, donde las mujeres están asumiendo roles de liderazgo y tomando las riendas de sus propios destinos profesionales.
A medida que el ecosistema emprendedor argentino evoluciona, las mujeres están demostrando su capacidad para innovar, crear empresas exitosas y contribuir de manera significativa al crecimiento económico y social. Los motivos que colocan al país en la punta de la pirámide son varios y se exponen en un estudio realizado por Global Entrepreuship Rearch Association.
ARGENTINA CON LA MAYOR CANTIDAD DE EMPRENDEDORAS
En honor al Día de la Mujer Emprendedora, la Global Entrepreuship Rearch Association, un organismo que se encarga de estudiar todo sobre el emprededurismo a nivel global, decidió lanzar un estudio que se encargaba de analizar la cantidad de mujeres emprendedoras de todo el mundo, para encontrar aquellas regiones geográficas con mayor incidencia.
Los resultados fueron sorprendentes, ya que el porcentaje mayor de mujeres con sus propios negocios estaban en el cono sur del continente americano, siendo Argentina el país con mayor número de emprendedoras. Esto se midió a partir de cuántos de estos negocios estaban dentro de los registros de los Ministerios de Trabajo de cada país.
Lo cierto es que nuestro país tuvo el mayor número de registros, lo cual indica una apertura y una evolución empresarial mucho mayor al resto de los países de la zona, que aún ven con dificultad la capacidad de las mujeres de liderar y crear sus propios negocios. Además, Argentina fue el único que tiene un sistema de apoyo económico para solventar los negocios de estas emprendedoras.
América del Sur logró superar ampliamente con respecto a países mucho más desarrollados, como Alemania, Japón y España. En estas últimas regiones, las mujeres que trabajan se encuentran dentro del sistema empresarial, cumpliendo un rol de empleada y no de emprendedora. Si bien los motivos pueden variar, el primero se debe a los niveles socioeconómicos de estos países.
La realidad demuestra es que América del Sur tiene unos índices de pobreza mucho mayores comparado con Europa y algunas regiones de Asia. Eso hace que sea dificultoso el hecho de encontrar trabajo en empresas, por lo que terminan creando sus propios emprendimientos, desde pequeños puestos de comida en las calles, hasta la construcción de pymes.
Más allá de las razones económicas, no deja de impresionar la apertura mental de esta región, en donde se compaña a la mujer en la búsqueda y creación de sus negocios. Los gobiernos de los países latinos, siendo el de Argentina el primero, no dejan de fomentar este valor creciente y siguen lanzando programas y sistemas de ayuda para que las mujeres no se enfrenten a la cruda realidad de tener que cerrar su emprendimiento por falta de fondos.