El término emprendedor tomó mucha relevancia en los últimos años y son cada vez más los que deciden dejar de ser empleado para pasar a tener su propio negocio. Es así como se crearon miles de startups nuevas, con el fin de que crezcan y se afiancen en el mercado hasta volverse grandes compañías y empresas.
Sin embargo, hay muchos que aún le tienen miedo al salir de la relación de dependencia, y a quedar totalmente desamparados, sin una marca en la que apoyarse. Es por eso que en este artículo te detallamos lo que es una startup y como crearla desde cero, para que los que aún tienen dudas se animen y comiencen en el camino del emprendedor.
PRIMERO LO PRIMERO: QUE ES UNA STARTUP
Tal como lo indica su nombre en inglés, una startup es una empresa que recién empieza. A diferencia de lo que es un emprendimiento común, suelen ser de base tecnológica y buscan instaurar un modelo que sea innovador y bastante comercial. En otras palabras, suele ser un sistema digital diferente y curioso para el mercado.
Si bien muchas difieren en función de lo que quieran compartir y del servicio que provean, tienen en común algunas cuestiones de su estructura básica. En primera instancia, se caracterizan por tener un pequeño equipo, que es bastante ágil a la hora de resolver los problemas y de ejecutar las soluciones. Suelen abarcar todas las áreas, que en una empresa común estarían divididas.
A su vez, este tipo de empresa suele caracterizarse porque el financiamiento viene de agentes externos, que deciden comprar algunas acciones mostrando confianza y que creen en el proyecto. Eso es muy importante para los dueños de las startups, ya que les brinda una mejor imagen frente al mercado.
CÓMO CREAR UNA STARTUP
Lo primero es definir una idea de negocio. Para ello es clave hacer un análisis del mercado, lo cual va a permitir conocer cuántas otras empresas ofrecen el mismo servicio, y en donde se puede encontrar la veta para hacerla un poco más diferente. De esa forma, ya va tomando más forma la identidad de marca que luego se ofrecerá al mundo.
Lo segundo es definir una oferta de valor. La misma será fundamental para que los clientes puedan considerarte como una verdadera opción a la hora de comprar el servicio. Este paso también se define durante el estudio del mercado, ya que allí también se podrá comparar con los valores que establece la competencia.
Después habría que definir el público objetivo. Este paso es crucial a la hora de pensar las campañas de marketing, ya que las tipografías, colores, diseños, frase, logo y slogan dependen en su integridad de las personas a las que apuntamos venderle. Los clientes más jóvenes se prestan para los colores más vibrantes y expresiones informales.
Desarrollar todos estos pasos es imposible si no se cuenta con un equipo que pueda asesorar y acompañar de la mejor forma al emprendedor. Es importante rodearse de personas que entiendan las dimensiones del proyecto, y que puedan tomar las decisiones correctas para el bienestar de la empresa en general.