Lograr sentarse a trabajar y tener un día productivo puede ser fácil para muchos, mientras que para otros puede ser toda una odisea. Lo cierto es que una persona distraída va a tener el doble de trabajo para concentrarse, que otra que tiene el trabajo de la concentración más laburado. Sin embargo, el tiempo es lo mismo para ambos.
En este artículo se exponen algunos conceptos que pueden ayudar a las personas a organizarse con el tiempo, para que puedan rendirlo al máximo y tener jornadas laborales muy productivas. De esa forma, no tienen que enfrentarse al estrés de sentir que no llegan a trabajar de la forma que deberían.
CÓMO RENDIR EL TIEMPO AL MÁXIMO
Lo primero es establecer metas claras y conseguibles. Muchas veces, con tal de avanzar en el trabajo, las personas se colocan objetivos imposibles de lograr en una sola jornada laboral, lo que termina estresando y desmotivando a los trabajadores. Es por es que establecer metas razonables es un gran paso para empezar a organizar el tiempo y la cantidad de trabajo.
Una vez que la agenda laboral esté hecha, nunca está de más poder ver qué es lo que hay que hacer en el resto del día. Pinchar en el calendario horarios en los que uno no va a poder estar sentado haciendo trabajo, va a poder identificar aquellas franjas en las que sí se va a estar sentado para exprimir esas horas lo máximo que se pueda.
Una forma que es muy útil por estudiantes que necesitan optimizar el tiempo de estudio y de descanso a pleno es usar la Técnica Pomodoro. La misma consiste en trabajar por un rango de 25 minutos sin parar, y descansar cinco. Una vez que eso se repita dos veces, se toma en descanso de entre 20 y 30 minutos para relajar de verdad.
El espacio de trabajo también es muy importante para tener en cuenta. Lo cierto es que el escritorio debe estar lo más despejado posible, haciendo que solo la mente se pueda concentrar en las cosas que restar por hacer. La computadora, agenda, lapicera y mucha agua son los productos infaltables y hasta los únicos que tienen que haber sobre la mesa.
Si estamos ya en una posición de poder dentro de una empresa, delegar tareas puede ayudar descomprimir un poco la agenda de trabajo. Hay veces en la que los jefes tienen la manía de controlar todo para que el trabajo se realice de la mejor forma posible, pero esto puede traer mucho estrés ya que es imposible poder abarcar todo. Delegar cosas para hacer puede ser muy beneficioso para la mente, y hasta para el equipo de trabajo también.
Para finalizar, y aunque de tiempo no se venga bien, siempre hay que destinar un par de horas del día al cuidado de personas. Una hora para hacer una comida rica, y unas cuantas para entrenar puede mejorar drásticamente la calidad de vida, haciendo que todo el resto de la misma mejore drásticamente.