El logo representa visualmente una marca, es una composición de elementos tipográficos y gráficos que transmiten un mensaje claro y directo, reflejando su identidad. Son fundamentales en el branding, ya que ayudan a que los clientes identifiquen y recuerden una marca, así como sus productos y servicios.
Existen cuatro elementos principales en un logo:
- Color: es crucial ya que comunica mensajes y transmite la personalidad de la marca. La elección de la paleta de colores debe estar en sintonía con la imagen y la arquitectura del proyecto.
- Imagen: ya sea un ícono, un símbolo o una foto, debe representar lo que la marca vende u ofrece, así como sus valores.
- Tipografía: otra parte importante ya que el nombre de la marca suele ser protagonista y la letra tiene que ajustarse a la identidad de la marca y sea legible.
- Eslogan: una frase que complementa al logo, puede ayudar a aclarar lo que hace la empresa y a captar la atención del público.
En cuanto a los tipos de logos, existen cinco alternativas comunes:
- Logotipo: consiste en el nombre de la marca escrito de manera memorable, utilizando tipografías y composiciones que definen su identidad.
- Isotipo: es un símbolo gráfico que destaca un significado sin palabras (el dibujo).
- Isologotipo: combina el logotipo y el isotipo en una unidad indivisible, donde la tipografía forma parte integral del diseño.
- Imagotipo: es una combinación de logotipo e isotipo que puede funcionar de manera conjunta o separada para representar la marca.
- Monograma: está compuesto por dos o más letras que forman un símbolo o imagen representativa.
Después están las características importantes que debe tener ese logo para que llame la atención:
- Orientado al público objetivo de la marca
- Singular: transmitiendo la personalidad y el estilo únicos de la marca.
- Significativo: contando una historia y conectándose con los valores del proyecto.
- Representativo de la identidad de la marca: actuando como portavoz mediante colores, formas y tipografías.
- Original y creativo.
- Memorable: se debe grabar en la mente de las personas, generando interés y conexión.
- Simple: cuanto menos elementos tenga, será más reconocible en lapsos cortos de tiempo.
- Adaptable y versátil, legible en diferentes tamaños y formatos.
- Duradero: manteniendo sus elementos principales a lo largo del tiempo para generar un vínculo con los clientes.
Algunos ejemplos destacados de logos son el isotipo e imagen de Twitter, el isologo y color de Lay’s, el logotipo y tipografía de Zara, y el imagotipo de Spotify. Estas marcas lograron crearlos de manera efectiva sus identidades y se volvieron reconocibles para el público.